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En una ocasión un gato llamado “Catus” visitó a otro gato llamado “Josefo” que vivía en un barrio cercano. Josefo le dio la bienvenido a Catus.
- Hola, Catus, me encanta que vengas a mi casa.
Y Catus respondió:
- Gracias por invitarme. ¿Cómo van tus cosas?
- Bueno, en realidad van muy mal. El dueño de la casa quiere echarme de esta casa que cuido hace dos años, porque hay un problema y es que los ratones son muy inteligentes y casi nunca puedo matar alguno.
- No hay problema, repicó Catus. Te voy a enseñar una estrategia.
Entonces Catus le pidió a Josefo que se escondieran cerca de la ratonera. Y luego Catus empezó a ladrar como si fuera un perro.
Al oir los ratones que había un perro en la casa, se relajaron y pensaron que podían salir porque ahora no podía haber gatos. Entonces los ratones salieron y en ese momento los dos gatos aprovecharon y mataron varios ratones.
Entonces Catus le dijo a Josefo:
- ¡Ahora puedes ver la importancia de hablar más de un idioma en la vida moderna!
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